miércoles, 16 de septiembre de 2009

La crónica, publicada en EL NORTERO, que molestó a la mafia Tesorería-Hacienda de Antofagasta

El siguiente es el artículo escrito por José Martínez Fernández, publicado en EL NORTERO de Antofagasta y en varios otros medios, que molestó al Tesorero de esa ciudad, HÉCTOR ANDRADE CALDERÓN, a su asesor JAIME LAMAS y a la abogada NORMA CARVAJAL GODOY, todos de la Tesorería Regional de Rancagua. Ellos, de mutuo acuerdo con Mario Yutronic, del Tercer Juzgado de Letras de Antofagasta, se vengaron rematando -precisamente- por Contribuciones un sitio del cronista.
El autor de la nota, por lo mismo, ha iniciado una campaña de denuncia contra estos buitres y denunciará los hechos tanto en Chile como en el extranjero y para ello ya prepara un libro: LA MAFIA EN LA TESORERÍA REGIONAL DE ANTOFAGASTA.

A continuación el texto completo que publicó EL NORTERO de Antofagasta el 26 de julio de 2008 y que apareció en varios medios:


CONTRIBUCIONES SE MULTIPLICAN: ¿QUIÉN PUEDE CON TANTOS IMPUESTOS?

categorias: Nacional - Sociedad - Columna

El Estado suele apretarnos bastante a través de múltiples impuestos, pero ninguno como el de Contribuciones a los sitios eriazos. En los últimos 18 años éste se ha multiplicado hasta cincuenta veces. Por José Martínez Fernández.

Leído 423 veces

Escrito por José Martínez Fernández


El Estado es un ladrón de cuello y corbata. Aplica impuestos por todo y altos impuestos.

El que le hace pagar a la dueña de casa: casi doscientos pesos por cada kilo de pan, por ejemplo. Por la leche, por las papas, por todo ello más impuestos.

De esta situación abusiva se aprovechan también muchos pequeños comerciantes que no dan boleta por esto y por aquello. Ladrón robándole al gran ladrón.

Suelo observar, investigar, y advierto cómo en la Feria de Franklin, en Santiago, no se boletea mucho, al igual como lo veo en el Terminal agropecuario de Arica. Y otros innúmeros lugares.

He recorrido Chile muchas veces. Hace un tiempo atrás estuve en San Javier, Chillán, Temuco, Carahue, Llanquihue, Puerto Montt y fíjense que en todas partes hay muchos pillos que no boletean o lo hacen pocas veces.

Bueno, ladrón que le roba a ladrón, cien años de perdón, señala el dicho.

Pero el problema es que ellos no le roban, al final al Fisco; sino que a Ud. y a mí, a los consumidores.

Si todas las platas que recaudara el Fisco fueran bien invertidas, ¡qué bueno!

Pero no es así. De allí tantas protestas de profesores, estudiantes, trabajadores de la salud. Y lo más triste: miles de personas viven en la calle. Y son todos chilenos y el Fisco, expoliador de otros chilenos, no se preocupa de gran parte de ellos sino cuando la TV muestra el drama de los afectados por erupciones volcánicas, terremotos y otras catástrofes.

El Estado chileno es insensible a la tragedia de los más pobres.

Pero no son sólo los más pobres los que son víctimas de este agente excelente y muy bien protegido por las leyes de un congreso doblemente bi (bimonimal y bicameral), y de un Ejecutivo que destina esos recursos, en parte, para que en órganos como Corfo, ChileDeportes, Efe, Ministerio de Educación, Municipios y tantos otros, se produzcan verdaderos desfalcos.

Pero no sólo los más pobres son víctimas del Estado; lo es también la clase media formada por profesionales como profesores, técnicos, paramédicos y muchos más.

Pero donde más se ha visto la acción requisitoria del Estado son en las Contribuciones a las propiedades: la clase media es aquí la más afectada. Y decimos requisitoria porque no es posible que por el hecho que la clase media tenga un tanto más que otros deban pagar más impuestos por Contribuciones a sus propiedades, si ya pagan impuestos a través de diversas otras vías.

Y dentro de esas Contribuciones que el Estado –este Estado cruel, licencioso y delictual- aplica a las propiedades, los más afectados son los sitios eriazos.

Si un ciudadano de clase media compró una propiedad de ese tipo a comienzos de los noventa y pagaba por ella una contribución de, por ejemplo $ 5.000 hoy paga $ 200.000 a lo menos. Es decir se ha multiplicado en CUARENTA VECES y hay casos en que se ha multiplicado en CINCUENTA VECES.

Este no es otro fin que expropiar a la clase media principalmente, porque los más ricos no son afectados así, debido a los altos caudales que poseen.

El Estado –es decir una Nación gobernada por políticos- es, al menos en Chile, una sangüijuela.

La clase política –ministros, senadores, diputados, diplomáticos, gobernadores y muchos más- viven de sueldos millonarios, a costa de sus y mis impuestos…

¿Cuánto gana el director nacional del SII y el Director General de la Tesorería? ¿Cuánto ganan los señores con importantes funciones que trabajan junto a ellos?

Esa es la moral de la política de una “Sociedad ordenada y no caótica”, como dicen los que en el potrero de la sociedad “democrática” se alimentan como cerdos mientras el pueblo –clase baja y clase media- debe pagar las “panzadas” que se dan estos sujetos que lo estrujan día a día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario